Si le ha parecido interesante el artículo puede ayudar a difundirlo
Artetsu Saria 2005
Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik
Buber Saria 2003
On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews y Media
Argia Saria 1999
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
José María Muñoa. Presidente de Eusko Ikaskuntza – Sociedad de Estudios Vascos
Una parte esencial de las actividades culturales que se desarrollan regularmente por toda la geografía vasca está sostenida por el esfuerzo de los municipios. Es la suya una labor por lo general más callada, más íntima aunque no por ello menos eficaz que la de gobiernos y diputaciones, y que por ello merece ser valorada con toda justicia.
La actual coyuntura económica está forzando a los ayuntamientos a encarar recortes presupuestarios en distintas áreas. Desde diversas instancias se anticipa ya que la cultura tiene todos los boletos para acabar siendo una de las grandes damnificadas por la crisis. Si este extremo se confirma asistiremos a un grave empobrecimiento de nuestra vida cultural, lo que redundará negativamente en la calidad de la vida social y, por ende, de nuestra convivencia. Debemos manifestar nuestra preocupación ante esta perspectiva.
La cultura no es un lujo ni un adorno, tampoco un entretenimiento cualificado, sino algo mucho más importante: un elemento formativo y vertebrador, un acicate a la creatividad como expresión de la personalidad individual y colectiva, un espacio donde la rama de lo propio se injerta en lo universal. Y es en el ámbito más cercano, el de la comunidad local, donde la cultura cobra su sentido más extensivo.
“Los Municipios vascos atenderán con primordial y creciente interés a los valores de cultura”, rezaba una de las conclusiones de la Asamblea de Administración Municipal Vasca celebrada hace ahora justamente 90 años (del 17 al 21 de septiembre de 1919) en San Sebastián. Por primera vez en la historia, cerca de 600 representantes de ayuntamientos y diputaciones de Alava, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra y País Vasco de Francia, de colegios profesionales, cámaras de la propiedad, asociaciones, universidades, así como parlamentarios, profesionales, funcionarios, políticos y personas interesadas se reunieron, convocados por Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, con el objetivo de “estimular y fomentar el estudio de los problemas municipales de nuestro País: determinar cuáles requieren más urgente solución, así como hallársela adecuada: y, sobre todo, interesar, iniciar o perfeccionar en estos estudios a las personas que por razón de sus cargos públicos (alcaldes, concejales, secretarios y otros funcionarios) están llamadas a intervenir directamente en la gestión de los intereses comunales”.
El manifiesto publicado al término de las sesiones apelaba, entre otras cosas, a la reintegración foral, la autonomía de las haciendas municipales, la libertad de elección del funcionariado y la gestión de la enseñanza en todos sus niveles. Al mismo tiempo, como hemos indicado, se hacía un llamamiento particular a la promoción desde las entidades locales de “los valores de cultura” a través de la “educación estética, intelectual y moral” de la ciudadanía.
Un hecho histórico evidencia que esta voluntad de aunar lo local con lo cultural iba más allá de las buenas palabras: tras cinco días de trabajos, la Asamblea de Administración Municipal Vasca se clausuró el domingo 21 de septiembre por la mañana, y esa misma tarde en la sede de Eusko Ikaskuntza en Donostia tuvo lugar la reunión constituyente de la Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia en la que tomaron parte varios de los asambleístas.
Al cumplirse 75 años de aquel evento, y percibiendo que la institucionalización a nivel municipal adolecía de serios problemas, nuestra Sociedad junto con el Instituto Vasco de Administración Pública convocó unas importantes jornadas de trabajo que contaron con la participación de alcaldes de varias capitales vascas junto con una amplia selección de expertos, técnicos y responsables de las Administraciones a diversos niveles. Casi al mismo tiempo, en 1994, se firmaron los primeros convenios de colaboración para el impulso de actividades culturales y científicas en las comunidades locales. Hoy, son cien los ayuntamientos convenidos con Eusko Ikaskuntza en cuyo marco se han generado durante estos quince años más de 500 actuaciones en áreas de investigación, de formación y de difusión.
En las presentes circunstancias, a sabiendas de las dificultades que han de afrontar concejales y técnicos para sostener una oferta cultural eficaz y progresiva, una institución como Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos está obligada a hacer valer, más que nunca, su compromiso con la cultura en los ámbitos más próximos a la ciudadanía. Un compromiso que se ejerce desde un plano moral pero también material poniendo todo su potencial humano y técnico, todo su caudal de excelencia y de experiencia, sus herramientas y su avanzada posición en Internet, al servicio de los ayuntamientos.
Se trata de que entre todos evitemos que la cultura no sea la cenicienta ni la que peor parada salga de esta crisis.
La opinión de los lectores:
comments powered by Disqus
